Esta vez las lagrimas no acudieron a su llanto. No supo lo que sucedio, pero sintio que algo por dentro se habia destrozado. Paso mucho tiempo antes de conciliar el sueño, ademas de que esta vez fue un tanto diferente. Este no parecia uno de sus sueños, no se sentia tan real y no estaba tan lleno de colores y aromas.
Camino hasta una acera y se sento bajo de un arbol. No paso mucho tiempo antes de que alguien le llamara por su nombre. Lo supo desde el primer momento, era su padre quien la llamaba hacia sus brazos. Nunca antes lo habia visto con tanta emocion y nunca habia sentido esa necesidad de abrazarlo. Se levanto y corrio hasta llegar junto a el. Lo estrecho y deseo que ese momento nunca terminara. Luego se tomaron de la mano y caminaron hasta un jardin, en donde el le conto un cuento acerca de una princesa encerrada en la parte mas alta de la torre del castillo de Ascaban.
La princesa Aea habia pasado por un momento tragico. Sus padres, reyes de pais de Ascaban, habian sido asesinados a manos de su propio hermano. Aea habia sido consignada a permanecer en una torre del castillo todos los dias que puediera vivir. Alejada del mundo y sus seres queridos, se dedico a soñar. El lugar era oscuro y humedo y nada lo habitaba mas que ella. Pronto se olvido de todo y no pudo recordarse a si misma. Pasaron los dias y los años y ya nadie mas recordo que existia, sin embargo, sabian que la torre se llamaba Aea y asi la recordaron hasta el fin del tiempo.
Cuando desperto, se encontraba en los brazos de su madre. Nunca la habia visto llorar de esa manera. Se dio cuenta entonces que se encontraban arrodilladas ante la tumba de su padre.
.
Pobre princesita le fue muy mal en su vida.
Tu ser lo dejaste impregnado en la
eternidad del olvido.
Pronto vuelvo…