Este es un concurso que se lleva a cabo en el blog de Alberto Chimal, el cual sigo desde un par de meses atrás. Más que un concurso, es un mini taller online para estimular la creatividad. El objetivo es observar la imagen y escribir una micro historia.
Aquí mi primera participación, supongo que no tiene nada de malo que lo publique en mi sitio.
“Te espero donde siempre”, dijo y luego colgó.
Yo, en el sopor que me causaba escucharle de nuevo, no alcancé a decir palabra. Casi sin pensarlo, metí el teléfono a la bolsa y emprendí el viaje, uno que parecía un sueño o tal vez una pesadilla. Entré al auto y avancé varios kilómetros antes de atascarme en el tránsito. El tiempo pasaba de prisa, podía verlo en el rostro de los demás, podía notarlo en las sombras que tomaban la ciudad. No pude esperar un minuto más y salí del auto, corriendo y saltando autos las últimas cinco calles.
Al llegar busqué en todos los rincones y no pude encontrarle. Pedro, con esa chamarra que nunca se quita, me recibió con una sonrisa cínica y la frase: “se ha marchado, hombre”.
Sentí que el mundo se detuvo. Incluso las botargas callaron su fiesta para mirarme. Me sentí penetrado. No, desahuciado. Ella no volvería, mi última oportunidad se había esfumado.