El sábado pasado me dí a la tarea de recolectar los últimos elementos para actualizar una de mis computadoras. Se trata de “Computadora” (así se llama), una AMD x64 que compré hace cinco años. Entonces era seguidor de Intel, pero decidí darle una oportunidad a AMD, aunque tal vez esto se debió a que el precio se disparaba a la estratosfera con Intel.
La computadora fue un éxito. Era más rápida que las máquinas en la oficina con tecnología similar de Intel, corría los juegos a resoluciones increíbles (entonces tenía una 6600 de nVidia con PCI Express 2), etc. Pero el tiempo pasó, la tarjeta de video se quemó y la remplacé con una económica. La memoria se fue dañando y también la remplacé con las versiones económicas. Eventualmente, mi computadora olvidó las artes secretas de Ninjitsu.
Hace un año mi segundo empleo requirió que tuviera una laptop y compré a Shiva, una XPS 15 de DELL. Entonces, poco a poco dejé de usar a Computadora, hasta que un día decidí que era momento de que entrara al ciclo familiar.
Unas tres semanas atrás, Computadora sufrió una apoplejía, por lo que tuve que cambiar el procesador, la tarjeta madre y la memoria. Fue una operación que requirió precisión milimétrica y varias horas de intenso café con leche, pero finalmente quedó. Escribo esta publicación en ella.
En estas últimas semanas, mientras buscaba los elementos correctos, no pude encontrar tarjetas madre que tuvieran puertos IDE. En la última tienda, la persona que me atendió me explicó que hacía meses que no recibían una tarjeta con esas características, que las consideraban entonces obsoletas. Le comenté que me había ocurrido algo similar hace años cuando los puertos ISA salieron del mercado y no supo de qué le hablaba. Esto me hizo pensar que llevo mucho tiempo en esto.
Afortunadamente conseguí un conversor IDE->SATA, menos mal que hay gente que encuentra mercado en estas oportunidades.
Esos puertos IDE eran un fastidio, más de un amigo terminaba doblando los alambres cuando colocaban mal el conector, esto me hacía tener mucho cuidado. Además el cable era horriblemente enorme, tenía que doblarlo con cuidado y colocarlo en algún rincón del gabinete para que no estorbara. Sin embargo, este procedimiento era parte de “tratar” a una computadora. Creo que de cierta forma lo extrañaré.
Ahora me toca despedirme de los puertos IDE y darle un fuerte abrazo al SATA. Menos mal que los últimos años he procurado comprar cosas con esta tecnología, pero tengan cuidado que esta también tiene sus días marcados.
Para quienes tengan curiosidad de conocer los puertos IDE, les dejo una liga al extra-carísimo artículo de Wikipedia con más información: Integrated Drive Electronics.
Por cierto que he pensado que ya que es tan caro Wikipedia y tanta gente invierte en él, debería utilizarlo un poco más de vez en cuando [léase con sarcasmo].
Ahora solo me quedo pensando, ¿es esta una computadora nueva o es la misma de siempre? Tiene nuevo cerebro y sistema nervioso, pero conserva todos sus recuerdos.
¿Tu que opinas?